AQUILES
Aquiles cuando era un niño, Calcas, un adivino, dijo que habría una guerra en Troya y qu les griegos sólo la ganarían si Aquiles formaba parte en ella, pero en esa guerra él moriría. Su madre decidió esconderlo con las hijas del rey Licomedes, pero es día llegó y los griegos mandaron a Ulises a buscarlo. Cuando Ulises llegó a la corte, el rey negó que Aquiles estubiese allí, pero Ulises llevó regalos para las hijas del rey y llebó tambiés un escudo y una lanza mientras sonaba el clarín, y Aquiles no se pudo contener y salió. Una vez desscubierto Aquiles, decidió ir a la guuerra de parte de los griegos.
Durante la guerr, Aquiles se situó smpre delante de las tropasgriegas. Destruyó muchas ciudades. En una de esas ciudades, Linesa, obtuvo también a una jóven llamda Briseida. Al mismo tiempo, a Agamenón, jefe de la tropas griegas, le fue concedida Criseida, una jóven sacerdotista de Apolo. Apolo como castigo mandó una nube de flechas que mato a muchos soldados.
Para que se calmasen las cosas Aquiles propuso devolver la sacerdotista Apolo. A Agamenón no le gustó esa idea pero la aceptó a cambio de que Aquiles le diese su esclava, que aceptó sin más remedio, pero e negó a seguir cobatiendo hasta que se restableciera su honor. Sin Aquiles el ejército Troyano ganó muchas batallas y los griegos le suplicron a Aquiles que volviera, pero el e negó. Pero algo hizo cambiarle de opinión. Durante una de las batallas Hector mató a Patrocio, amigo de Aquiles que llevaba su armadura. Aquiles decidió vngarse y luchó frente a frente con él hasta ue lo mató con una lanza. Después ató su cuerpo al carro y empezó a dar vueltas delante de las murallas, negándose a devolver el cuerpo a su família. Finalmente los diose le dijeron a Aquiles que devolviese el cuerpo a cambio de un cuantioso rescate.
Poco tiepo después, hubo una gran batalla a los alrededore de la ciudad, dónde Aquiles se enfrentó a Paris. Paris estaba bajo la protección de la diosa Afrodita. Conocia el punto flojo de Aquiles, su talón. Apolo le tenía envidia a Aquiles or la admiración que desprendía le disparó una flecha en el taló, lo que sopuso su muerte.
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